Pumukitaventuras 1: Salimos a un gran centro comercial.

La semana pasada la family al completo nos fuimos al centro comercial más grande que hay en nuestra ciudad. Era emocionante porque estábamos los tres en plan paseo fresquito y molón. 

Al poquito de estar allí a Pumukita le entró el hambre y oye fuimos a conocer una sala de lactancia. Nunca habíamos estado en un sitio especialmente preparado para dar el pecho y cambiar a los bebés y ya sabéis que las primeras veces de todo siempre son emocionantes... 

Allá que fuimos la familia feliz. Entramos y "oh que mono!" me senté en una minisala mientras le daba el pecho, papi se sentó en un sillón a leer su movil... y a la peque y claro, cosas del directo, a la vez de tomar pecho le dieron ganas de hacer caca. Que no sé si sabéis, que suele estar muy pero que muy ligado (si no lo sabíais ya os lo cuento yo)... y claro! que no cunda el pánico, llevo pañales, cambiador, toallas estamos en un sitio apropiado para ello, lo tenemos todo bajo control... 

Pero de repente, me doy cuenta de que Pumukita se había manchado el trajecito!!! Nooooooooooooooooooooooo!!!!

Justo esa mañana había sacado la muda de la bolsa y no llevaba muda. Nooooooooooooooooo!!! 

PiliConsejo: NUNCA, Y REPITO NUNCA, SALGAS SIN MUDA!

Y allá que nos plantamos el papi y la mami cargados de paciencia a la labor de intentar lavar la ropa mientras tapábamos a la peque y luego secábamos el traje.

Usamos el jabón de manos (pero todo el mundo sabe que la caca de los bebés es radiactiva y si no lo sabes, ya hablaremos de ello en otra ocasión) y frotamos, frotamos, frotamos... mientras nos mirábamos partiéndonos de risa por la situación, a la vez que el dispensador de jabón automático el, cada vez que nos notaba en el frote, hacía que cayera jabón al lavabo... más risas...

Cuando tuvimos eso medio decente usamos el secador de manos y secamos, secamos, secamos y secamos mientras la pitu nos miraba con cara de... ¿pero qué padres me han tocado?? y se entretenía mirándose en el espejo...

Nosotros no podíamos parar de reír mientras leíamos el mensaje que marcó nuestro día en el espejo de la sala de lactancia:

DISFRUTA ESTE MOMENTO

ANTES DE QUE LLEGUEN OTROS

AÚN MEJORES

Y más risas... grandes reflexiones de buenos ratos.

Aquí os dejo una foto del momento...